Después de casi dos años retomamos este proyecto y esperamos sea útil para
todos y que le den a cada nuevo conocimiento el mejor uso. Comenzamos
exactamente donde nos quedamos.
AGA: Dueño
Todos los Santos. El mayombero “nsaranda”
(hechiza) con una excrecencia de la corteza de
este árbol que se desprende del tronco. Para una mala “uemba” se toma
del lado que el sol se pone. Para hacer el bien se tomará la contrario, o sea
del oriente. “Es la regla”. El Sol, el día es benéfico y la Luna, la noche es
maléfica.
De ahí la importancia que tienen las distintas horas para la
hechicería. Las ngangas deben recoger la fuerza de los astros; se llama a la
luna para venga a la nganga, al lucero a las estrellas. Así hay prendas que por
su índole “trabajan” a las doce del día, otras a las doce de la noche (en horas
malas), otras a las seis de la mañana. “Levanta cuerpo” una prenda pequeñita
que se guarda en un tarro de chivo (lechal), (el tarro derecho), es muy
peligrosa y trabaja y se alimenta al amanecer. Debido a que se pasa la vida
acechando y “trabajando”, es necesario alimentarla muy bien. El mayombero
cortará sus “palos” al romper de los claros del día, “el malvado o el hechicero”, desde las seis de la tarde a las
doce de la noche y hasta las dos de la madrugada, ya después las tinieblas se
debilitan, las sombras son menos peligrosas. Para ciertos embrujos algunos
palos se cortan en menguante y en menguante es la mejor fecha para recoger la
tierra de los cementerios. Pero se recuerda que el momento más propicio para
cortarlos es en creciente o luna llena que es “cuando tienen toda la savia de
los astros”. En resumen, “con el bagás se puede hacer mucho bien y mucho mal”,
pero más mal que bien. Como vive en los pantanos, a la persona que se le haga
un “nangue”, un “ligémen” en el mismo tronco, se “hundirá en el fango”.
BAYONETA O PEREGUN:
Dueño Obatalá. Uno de los “ewes” más
importantes del Asiento para terminar la ceremonia, es la primera de las 16
principalísimas de cada orisha que se ponen en la cabeza del “iyawo”.
BEJUCO BATALLA:
Dueño Todos los Santos. Es uno de hojas
duras que parecen de vidrio y que es el bejuco principal de la prenda. Puede
llamarse casi cualquier bejuco que se emplee para pelear. Con un bejuquito, el
que sabe, hace mucho y si sabe mucho y no tiene ese bejuquito, con un pedazo de
espejo, mata al que quiere (lanzando sobre una persona la luz que refleja un
espejito mágicamente “preparado”).
BEJUCO GUARIANA:
Dueño Orishaoko, Inle. Como nace en las
lagunas, tiene “aché” de Oshún y Yemayá. En cocimientos para la escarlatina. En
gárgaras es muy efectiva para cantantes y oradores.
BEJUCO GUARO:
Dueño Eleggúa. El zumo se recomienda
para vómitos. En infusión para baños de asiento en caso de hemorroides y
también se toma en cocimiento para el tétanos.
BEJUCO JICOTEA:
Dueño Todos los Santos. Este bejuco es
del diablo; para trabajar con los “ikutu”, para ponerlo en la nganga, lo mismo
que el “bejuco tortuga”.
BEJUCO JIMAGUA O
PARRA CIMARRONA: Dueño Eleggúa.
Aunque Eleggúa no tiene mujer, “Lopamo” es suyo. Para las paridas y para
lavar a los niños recién nacidos. Este bejuco se queja. Se le oye en el monte
lamentarse. No hablar ni hacer ruido cuando uno se acerca para cogerlo; se le
ponen 7 centavos y 3 granos de maíz. Muchos lo entretienen, le cantan y
mientras come y está distraído se lo llevan. Así hay que hacer con muchos palos
en el monte.
BEJUCO LONGANIZA:
Dueño Todos los Santos. Cuando se frota
huele a carne sancochada, muy sazonada. Se emplea para hacer “masangos” sobre
la nganga.
BEJUCO MADRINA:
Dueño Todos los Santos. Es bejuco
brujísimo, que es el primero que hay que ponerle en el caldero a la nganga. Si
el “palero” lo nombra o lo pisa, se pierde la “nfinda”. El bejuco lo amarra y
no puede salirse del monte hasta que a él no le de la gana. Por lo que se le
llama también “Pierde Camino”. Es uno de los “nfita” que más trabaja en
mayombe.
BEJUCO MARRULLERO:
Dueño Todos los Santos. Un magnifico
fijador. En una infusión o tisana de varias plantas, este bejuco “fija” e
impide por tal circunstancia que se alteren al mezclarse las propiedades de las
demás plantas.
BEJUCO PARRA:
Dueño Yemayá. Las hojas para guisos y comidas que se ofrendan a los orishas. Es
muy recomendada para los males del estómago.
BEJUCO PENDOLA:
Dueño Oshún, Obbá. Se utiliza para unir,
al pie de los Santos, al matrimonio o a los enamorados que se hallan separados
por la acción de un maleficio. En tisana es excelente para los males del
hígado.
BEJUCO SAN PEDRO:
Dueño Oggún y Eleggúa. Nace en el
“curujey” y se coge el día de San Pero. Se tiene un pedazo durante cuarenta y
dos días en aguardiente, invocando y llamando a San Pedro (Zarabanda). Con este
resguardo se librará a la persona de muchos percances y tragedias, sobre todo a
aquellas que se desenvuelven en un ambiente de “gente de bronca”, etc. Pero no
olvidarse que es necesario rogarle mucho al bejuco y saturarlo de la emanación
del Santo. Se lleva en el bolsillo y ejerce acción protectora. Aparta el
peligro y la muerte por accidente. Pero no para esta acción se hace necesario
“rogar e invocar fuertemente a Oggún”.
BEJUCO UBÍ:
Dueño Yemayá. Para lavar el otan, las
piezas, los atributos, etc., de este orisha. Es abortivo. El jugo desinfecta la
vejiga.
BEJUCO VERGAJO:
Dueño Orishaoko y Oshún. Es un “nfita”
que emplean con éxito los mayomberos para “amarres” y empeños de negocios,
amores, juegos y suerte.
BEJUCO VERRACO:
Dueño Eleggúa. En cocimiento, toda la
planta, inmejorable para la purgación. Para los riñones, disuelve los cálculos.
En buches, calma los dolores de muelas. Para el pelo lo revive y lo ennegrece.
Se llama verraco o Cochino porque tiene la particularidad de oler a este
animal. Asoma la raíz a las 12 del día exactamente y luego se esconde. Rezarle
y cogerla pronto. Es veneno para el ganado.
BIJA:
Dueño Changó y Eleggúa. La “bija” se
utiliza en las rogaciones a Changó (Bija y no Azafrán) pues es la que colorea
la comida de algunos orishas. La raíz y las hojas en cocimiento para los
riñones. Las hojas para el dolor de cabeza. Su aceite con miel de abejas para
curar el “sapillo” de los niños.
BIJAGUA O
BIJAGUARA: Dueño Todos los Santos.
“Palo Mayombe”. El espíritu muy potente de la Bijagua trastorna la
razón. Cuando “monta”, pesa mucho sobre los hombros del “ngombe”. Le atonta el
cerebro, lo deja rendido cuando se va. Tiene virtud para todo. Se coloca en el
caldero o cazuela de la nganga.
Encierra muchos secretos peligrosos. Dice una historia que a
su sombra la Virgen recibió a los Judíos. Ella se fue y los judíos que querían apresarla,
se “quedaron ciegos e incapacitados de seguirla”. Tiene “bereké” (espinas en
las hojas) y los trabajos se hacen con las hojas. Pero estas hojas con las que
pueden hacerse tantas hechicerías, pueden aplicarse al bien, a la medicina y el
“ngangatare” o la “Madre Nganga”, las recomiendan en cocimiento para la
suspensión del menstruo y con la corteza en cocimiento, curan el paludismo. Las
raíces poseen virtudes depurativas.
BLEDO:
Dueño Obatalá. Existen varias clases de
Bledo, que se echan en el Omiero del Asiento. En fricciones para refrescar y
despojar. Los cogollos se emplean para las comidas de los orishas. La raíz
hervida “para purificar interiormente el cuerpo”. Para baldeos purificadores
bledo blanco, añil y rompe saragüey y luego regar harina de maíz y miel de
abejas por todos los rincones de la casa. El bledo llamado “carbonero” es muy
bueno para el estreñimiento y para la sífilis.
BONIATO:
Dueño Orishaoko y Oshún. Osaín lo come
y cuando se quiere hablar con él, se lleva a la sabana un boniato bien untado
de manteca de corojo y se le llama. Es una ofrenda gustosa a todos los Orishas,
menos a Obatalá y Oyá. El día del Itá, el tercer día de la consagración en
Regla de Ocha, el “Asentado” escucha la lectura del porvenir y le son revelados
los diferentes “euós” o prohibiciones relacionados con su destino y que deberá
observar toda la vida. A las Iyalochas, les esta prohibido comer boniato
(batata). Pero muy pocas se privan de esta vianda cuando la ocasión se
presenta, pues se le llama entonces, si es que su nombre llega a mencionarse
ante ellas, “papa dulce”. Por lo tanto, no se le deberá brindar a ninguna
Iyalocha un boniato, se le brindará una “papa dulce”.
Hervidos y en baños, evita los granos y las manchas de la
piel y da a ésta brillo y gran tersura. El zumo del boniato que se tomará
diluido en leche o en otros alimentos, fortifica los huesos, el cerebro y
fortifica a su vez la sangre.
Palabras claves
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